domingo, 20 de febrero de 2011

Subida Castillo de Otiñar

       Hola amigos, esta vez nuestro objetivo era ambicioso, sin conocer la ruta y con relativamente poco tiempo, teníamos la intención de subir por el barranco La Hoya hasta La Pandera, una dura ascensión tanto por intensidad como por duración, pero veréis que todo se quedó en mucho menos.

Cortados en el inicio de la ruta


       Dejamos el vehículo en la casa del pintor, en la carretera que lleva al pantano del Quiebrajano, y desde ese punto ascendimos hasta el Castillo de Otiñar. El día parecía bueno, soleado, y nuestra predisposición inmejorable. Pasado ese punto, cogimos un carril que nos llevaba entre pinos y por la parte Oeste nos adentraba en una zona que parecía ser propiedad privada, había una cadena y nos dio a entender que íbamos equivocados. Pues bien, nos dimos la vuelta y nos dejamos caer hacia el barranco de La Hoya pero por esa vertiente bastante escarpada tampoco lo vimos claro. Finalmente decidimos descender y adentrarnos por el mismo barranco en su parte derecha. En un principio encontramos varias veredas de animales y continuamos avanzando pero se cortaban y nos encontrábamos de nuevo en zona peligrosa, unos cortados que nos ponían en alerta de nuevo. Otra vez a pensar, "algo estamos haciendo mal", decidiendo ascender sin veredas, campo a traves por esta zona hacia unas crestas en la parte alta. Mucho esfuerzo y poca distancia recorrida.

Castillo de Otíñar



        Después de casi 3 horas nos vemos arriba, desconozco cómo se llama este pico pero al menos las vistas agradaban bastante. Desde aquí divisábamos La Pandera a lo lejos y más cerca el pico Cagasebo. Pero ya no sabíamos cómo continuar.

Parada para comer y al fondo La Pandera
El hombre farola, como nos bautizaron


En la cima, después de superar las crestas


Al fondo de nuevo La Pandera

        Finalmente decidimos comer allí, nos hicimos unas fotos graciosas, por cierto, y rodeamos complatamente la montaña hasta llegar al punto de inicio. Tal rodeo nos llevó algo más de una hora, y campo através, sin veredas, llegamos al inicio del barranco.

        ¡¡Por fin estamos de vuelta!!, aunque volvemos sin coseguir nuestro objetivo. Decir que el paseo se hizo prolongado y tenso, al desconocer por completo por donde nos movíamos (sin bríjula y sin gps), únicamente nos orientamos por nuestra intuición, la cual nos llevó de nuevo al coche.

        La próxima vez esperamos conseguirlo.

        Saludos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario