lunes, 6 de junio de 2011

Bans de Tredòs - Circ de colomèrs 25 y 26 Abril 2011

  
           Después de Artiga de Lin, Iniciamos la primera parte del recorrido hacia los Tucs de Colomers desde los Bans de Tredos (balneario situado en el inicio de este circuito en su parte más baja). Dejamos el vehículo en una zona de aparcamiento junto a los Bans de Tredos a una altitud de más de 1.300 mts, donde se inicia un sendero al lado de los baños junto al río Aiguamoix.



Tablón Informativo de la zona (Bans de Tredos)


Mapa aéreo de la ruta (1ª parte)


             Comenzamos la subida junto al río, con un día algo nublado que amenzaba con el uso de los chubasqueros. Hacía buena temperatura a pesar de la hora temprana y de estar rodeados de nieve a más de 1300 metros de altura siendo el mes de Abril. Fuimos adentrándonos en zona boscosa siempre siguiendo el hilo del río, rodeados de bosques de abetos y pinos.         




             Llegamos a un salto de agua precioso donde nos hicimos unas fotos, Lola hizo una parada por necesidades fisiológicas pero resultó más breve de lo esperado cuando aparecieron unos muchachos que venías detrás de nosotros. ¡¡Vaya susto!! jajajaja. Pues, continuamos siempre por sendero, a pesar de que había pista durante toda la ruta.










             Lolo hizo alguna paradita casi obligada, llevaba sus cañas de pescar en la mochila y acudió a la llamada de la trucha, jejeje. "sólo un momento, si no tardo nada" y así nos entretuvo más de una hora. La verdad que nos divertimos, aunque llegado a un punto, Lolo no percibía que a pesar de llevar los chubasqueros nos estábamos mojando pero bien, y volvimos hacia el coche tardando más de una hora y completamente empapados, me refiero a los pantalones y algo más. Por cierto, alguna marmota que otra apareció por allí observándones paciente, y fantásticos caballos salvajes muy grandotes y bonitos.














Alguna Marmota nos recibe plácidamente






Aprovechando para pescar



Preciosos caballos salvajes



Regreso al coche empapados



            Decidimos volver al día siguiente para comenzar a la altura del cruce de Circ de Colomèrs y con un día soleado. Tempranito sobre las 9 estábamos allí, comenzamos estirando bien y para arriba, donde al inicio salvábamos una buena pendiente en poco tiempo encontrando a orillas del sendero en zonas de umbría bastante nieve. Salvado este desnivel nos adentramos en zona bastante llana e inundada en gran medida por el deshielo, pero podíamos caminar sin problemas sobre unos tablones muy bien colocados como si fueran una plataforma de la que no debías salirte.







Inicio de ruta Circ de Colomèrs






Tablones en plataforma colocados minuciosamente para no mojarse






No pierde tiempo el "pescaor"








            Ya divisábamos algunas montañas que abrigaban el valle y pronto dio comienzo de nuevo una pendiente con zonas nevadas a orilla del río y en dirección al refugio de Colomers. Nos encontramos algunos montañero por el camino, varios grupos, se ve que es zona bastante transitada por los amantes de la montaña. He de decir, que en la oficina de turismo nos recomendaron no subir porque habría nieve y hielo, y nadie en los refugios. Hasta el mes de Junio no es recomendable ir pero...fue imposible resistirnos.
            Finalmente llegamos a un embalse, que daba inicio a uno de los entornos más maravillosos que he visto jamás, agua por doquier, abetos, nieve, y picos de más de 2500 mts de altura, y hasta aquí puedo leer, jejeje.


Indicaciones al llegar al pantano







Panorámica espectacular con vistas del Refugio de Colomers





            Ya en el embalse hicimos alguna paradilla para fotos, también en el refugio de Colomers a algo más de 2.000 mts. Para esta época los refugios están "cerrados" aunque se puede acceder a ellos, pero no hay personal de la montaña, guardas,.. Así que, para una urgencia ahí están pero no esperéis que os ponga un consomé siquiera. Algo que nos sorprendió es un refugio antiguo bastante grande al que no se puede acceder y en su lugar,el nuevo refugio que está impecable, perfecto, mejor casi que algunos pisos o casas en las que se vive hoy en día.



           

             Desde aquí continuamos rodeando el pantano y la nieve comienza a complicarnos el trekking. Por cierto que Lolo hace sus paraditas con su caña de pescar aunque por ahora no ha picado nada. Al fondo del pantano podemos ver el agua completamente helada y conforme vamos subiendo, la panorámica es chulísima. Nos encontramos algún paso algo dificultoso (os recuerdo que vamos sin crampones) pero seguimos con el ansia de ver qué hay más arriba.


Abandonamos el pantano para continuar ascendiendo







             Y de repente....Wualá!!!! De nuevo se abren ante nuestras miradas atónitas elevados bloques de nieve y hielo que nos envuelven haciéndonos sentir seres diminutos y frágiles. Y ahora sí, entendemos la belleza del lugar, encontramos varios lagos totalmente helados en su superficie, mezclándose el blanco con el verde agua y el azul turquesa. Evidentemente era motivo de parada, no sólo para Lolo y su caña sino para nosotros, era momento de admirar aquel paisaje tan fascinante, tan inverosímil, entendiendo que era nuestra única oportunidad de disfrutar algo así, en esta época del año.


Espectacular laguna natural helada




Lolo no pierde el tiempo












         
              Fotos y más fotos. Buscando la huella por donde dirigir nuestros pasos. Seguimos ascendiendo, torpeando un poco, echando el falta las raquetas de nieve y en algunos casos los crampones. Alguna que otra caida graciosa y para adelante. Llegado un punto, aceptamos que no era recomendable continuar y dimos la vuelta.  ¡¡Qué pena!! Iluso de mí que pensaba hacer el circuito completo, es más, algún pico de 2800 mts. al menos, pero pronto entendí que tendría que ser en otro viaje.


Fascinante el azul turquesa de otra laguna helada







Otras lagunuas heladas en la misma zona







Lolo y Eva perdidos entre montañas



Regresamos al comprobar que resulta demasiado dificultoso avanzar sin raquetas de nieve









   
              Volvimos sobre nuestros pasos y nos paramos a comer en el pantano. Este sí fue el momento de Lolo donde nos sorprendió con una trucha, que a pesar del frío, fue posible pescarla. Creo que disfrutó más de la pesca que del bocadillo, jejeje.





               Y a partir de aquí, otra vez para abajo hacia el inicio de la ruta. Por el camino nos encontramos algunos montañeros y poco más. Decir que la ruta fue espectacular aunque nos supo a poco. Por mi parte, espero volver a transitar por estos lares, en otra época del año y a ser posible acompañado.





                Un saludo y gracias a Lola, Eva y al "pescaor" Lolo.
           

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